Una lager de autor conjuga en perfecta armonía para degustar con quesos cremosos de textura suave.
En la escala de esta divinidad que tanto gusta, y que cuenta con tantas variedades, nos quedamos esta vez en el estadio dos, donde los quesos ni son frescos, ni son semisuaves o curados.
Ya sea en forma de aperitivo o incluso para postre, donde no es nada extraño pedir el ‘plateau de fromages’ desde hace tiempo en Francia y otras zonas de Centro Europa, cada vez es más habitual ver la tabla de quesos tipo Camembert o variedad de Brie en las mesas de nuestra gastronomía durante la sobremesa.
Una cerveza lager de autor, suave y de aroma floral puede ser el contrapunto perfecto para degustar en compañía de estos quesos de pasta blanda, untosos, y que incitan a disfrutarlos con pan.
El queso Brie francés, más dulzón y con notas ligeramente avellanadas, armoniza a la perfección y saca el máximo partido a este tipo de cerveza. Es un queso tierno elaborado a partir de leche cruda de vaca, ideal para tomar con aquellas cervezas de tipo lager más ligeras y suaves. La misma regla se aplica a la conjunción con la textura del Camembert.