La gastronomía vasca es considerada una de las más apetitosas del mundo. Y mejor aún si la maridas con una cerveza del mismo origen. Por eso hoy venimos a contarte sobre los asadores, su historia, el concepto social que esconden y las bondades del txuletón.
La cocina vasca tiene denominación de origen. Se caracteriza por su calidad, su historia y el buen uso que hace de las materias primas. Los asadores vascos están repartidos por todo el país y la pasión que se pone en estos platos viene de largo. Uno de los más clásicos es el chuletón o txuletón.
¿Cuál es su historia?
El chuletón proviene tradicionalmente de vacas viejas y gordas. Así como lo lees. Hace tiempo, en el País Vasco, el ganado cumplía diferentes funciones económicas, tanto de producción de leche, en el caso de las vacas; como de carga, en el de los toros. Cuando los animales alcanzaban determinada edad y ya no podían ser productivos, se los engordaba para luego sacrificarlos y comerlos. Es decir, nunca se desperdiciaba nada. Estas características tan cuidadas le daban también su buen sabor a este corte de carne que hoy es tan popular.
Pero, hacia los años sesenta, con la introducción del tractor a las actividades rurales, los animales dejaron de cumplir con estas funciones agrícolas. Sin embargo, la tradición culinaria continuó. Y el sabor sigue siendo el mismo.
Cómo maridar el txuletón
Si vas a visitar un asador y quieres maridar estas delicias con cerveza, te recomendamos hacerlo con una bebida de origen bilbaíno como la Salve. En este caso, la Salve Munich posee notas caramelizadas que se integran muy bien con las carnes asadas. Así, encuentra un equilibrio con este tipo de platos contundentes.
Cómo preparar un chuletón en casa
Si bien se trata de un plato que tradicionalmente comemos en asadores, podemos intentarlo en el hogar. Para ello te damos el paso a paso.
-Se corta la carne con un espesor de 4 a 5 cm. Te sugerimos sacarla del frigorífico unas 4 horas antes de cocinar.
-Para la preparación, se puede usar una parrilla o bien una sartén o plancha. Se la debe calentar a unos 200 °C y cocinar 4 minutos por cada lado. Al dar la vuelta al corte, se echa la sal.
-¡A emplatar! Se puede acompañar con pimientos de piquillo. Y, por supuesto, con una Salve.