Manila de San Miguel es la lager especialmente lupulada, atrevida y diferente de San Miguel, que incita a explorar y experimentar con nuevos y atrevidos platos de inspiración oriental. Los noodles marcarán todo el carácter exótico que nos trasladará hasta el origen de esta cerveza.
Manila de San Miguel aporta ese punto extra en aroma y sabor que viaja hasta sus orígenes.
Manila es la ciudad que vio nacer a esta cerveza de carácter explorador que le otorgó salir más allá de sus fronteras.
Así que con estos valores es fácil pensar en maridar con unos noodles, originarios de China -más típicos de Japón- pero también muy extendidos a otros países vecinos y al resto del mundo.
¿El motivo? Su versatilidad y sencillez que convierten a esta receta junto a Manila de San Miguel en un plan ideal para compartir en cualquier momento, de forma improvisada modo street food, o entre amigos y en momentos de desconexión “Cervecista”.
Manila de San Miguel es el resultado perfecto entre una lager refrescante y los aromas de una pale ale, donde en cada sorbo dominan predominantemente esas notas lupuladas.
La pasta de los noodles como los concebimos por aquí, de tipo soba, resulta ideal.
Pero si se quiere conectar con el lugar de procedencia podemos rendir homenaje y culminar el maridaje con el típico plato de fideos filipinos, conocidos como Pancit Luglug, más blanquecinos y elaborados con fécula de maiz que equilibrarán todo el sabor y aroma de esta cerveza.
El acompañamiento y aderezo de la pasta, a base de verduras y pollo, o de otros ingredientes más típicos del Pancit, como los langostinos o el huevo, serán el punto perfecto para descubrir el secreto y elemento diferenciador de esta cerveza: sus aromas herbales y florales y ciertas notas de fragancia alcohólica que le otorgan un sabor único.