El frescor aromático de una cerveza blanche es el contrapunto perfecto para una degustación de sushi en varias versiones, unido a otras exquisiteces que nos ofrece la cocina japonesa.
Las especialidades de la cocina japonesa resultan generalmente deliciosas en combinación con cervezas suaves.
Son perfectas acompañantes de los aderezos que acompañan a estas piezas, como es el caso de la salsa de soja, o el wasabi, de gusto intenso picante, que se agregan a la degustación de elaboraciones a base de pescados crudos y servidos en frío como el sushi o el sashimi.
El sushi, basado en el arroz y el vinagre de arroz que se incluye, unido a otras delicias como el salmón, la trucha y algunas semillas de sésamo, presenta mil variantes diferentes, y puede ser preparado con elementos crudos, marinados o incluso fritos. Así, han ido implantándose poco a poco otras especialidades en las cocinas de numerosos restaurantes (por ejemplo, los makis o nigiris, entre otros) y que al menos de oídas ya nos suenan.
Todo un sinfín de composiciones y mezclas de carácter ligero, donde, así a primera vista, se puede pensar en las cervezas de trigo blanche de origen belga, perfectas para equilibrar y limpiar el paladar de aquellos elementos más grasos, y realzar algunos sabores de carácter suave.
No hay que pasar por alto la experiencia de probar este maridaje con una abadía blanche, suave, refrescante, y con toda la presencia imprescindible del trigo que caracteriza a este tipo de cervezas.