La cultura craft ha traído consigo una mayor concienciación en torno a la temperatura ideal a la que debe disfrutarse cada estilo de cerveza. En el siguiente post contamos todos los detalles.
Al igual que ocurre con otras bebidas, en las que existen una serie de códigos o pautas mínimas para poder degustar la cerveza con todas sus propiedades y matices, la temperatura de servicio ideal de cada estilo de cerveza es determinante para poder disfrutarla y degustarla al máximo.
Imaginemos por ejemplo, que nos sirven una pale lager demasiado caliente, o que una stout está tan sumamente fría, que no se pueden apreciar todos sus sabores. Sin duda, nos estaríamos perdiendo parte de la experiencia.
American Homebrewers Association afirma que las temperaturas excesivamente frías en la cerveza anulan la volatilización de sus aromas y matices. Cuando esto ocurre, los sabors son menos intensos y resulta más insípida. La cerveza tiene que mantenerse en su temperatura ideal de forma que si la bebemos refrescante no se pase de extremadamente helada, porque de esta forma se perderían matices.
En España, debido a la climatología y a la propia concepción de disfrutar de la cerveza como remedio refrescante para paliar las altas temperaturas, existe una costumbre muy arraigada de beberla cuanto más fría mejor. Un error frecuente, ya que servirla en vasos y jarras heladas apagará los sabores.
La temperatura de servicio ideal, determinante para cada estilo
En buena medida y gracias al movimiento craft, existe una mayor concienciación sobre las formas en que se deben apreciar, disfrutar y diferenciar los distintos estilos de cerveza, incluida su temperatura ideal de consumo y servicio.
Aunque no se constatan unas reglas exactas sobre la temperatura de la cerveza, sí se puede afirmar que este intervalo está establecido desde los 3 o 4 grados, hasta un máximo de unos 15ºC.
Lo conveniente es comprobar las recomendaciones de cada cervecero y las indicadas en el etiquetado, porque esta temperatura va a variar dependiendo del estilo, complejidad, contenido alcohólico o incluso de las condiciones climatológicas y costumbres de cada país.
Temperatura de servicio para algunos estilos de cerveza
1. Lagers habituales
Con carácter general, estas cervezas van desde los tonos dorados a los ámbar claros y resultan refrescantes. Se suelen degustar a una temperatura de entre 3-6 grados como Budweiser o la amber checa Alhambra Reserva 1925, más intensa y de color ambarino, que alcanza los 6,9ºC.
2. Weissbier y Witbier
Las cervezas de trigo alemanas son un poco más intensas, turbias y para deleitarse con ellas. Estas cervezas suelen mantener la levadura en suspensión y se caracterizan por sus sabores a plátano y clavo. La temperatura ideal de disfrute oscila entre los 3-6 grados. Muy diferente a las witbier o cervezas de trigo belgas, donde también podemos encontrar otras especias como la cáscara de naranja o el coriandro y cuya temperatura de servicio sube entre los 6-9ºC (por ejemplo Hoegaarden Wit Blanche.)
3. La temperatura de servicio de las IPAs
La oleada que estamos viviendo actualmente con el apasionante mundo de las India Pale Ale, hace que sea bastante más complicado determinar su temperatura ideal de servicio. Hay gran cantidad de subestilos y de cervezas incluidas en esta amplia categoría, y a día de hoy resulta extraño que alguna marca no haya lanzado ya su versión IPA.
Por mencionar algunas de las más aclamadas actualmente, las IPA de Sesión como Mahou Cinco Estrellas Session IPA conllevan una temperatura más fresca (6-9 ºC), o alguna American IPA que requiere disfrutarla más o menos con los mismos parámetros.
4. Stout y Porter
Por último, y dejando a un lado por ejemplo otras cervezas como las lámbicas o de fermentación espontánea que están en otro estadio, merece la pena mencionar aquellos estilos que demandan probarlas y disfrutarlas a una mayor temperatura. Es el caso de las Porter, como la categoría Baltic Porter, y la reinterpretación de Cervezas Alhambra, que es de trago largo y exige degustarla entre 9-12ºC, o Porter de Founders Brewing, que exige el mismo rango.
Las stout, que se engloban dentro de esta misma categoría de cervezas, por ser oscuras, intensas, y con notas aromáticas a caramelo o chocolate, entre otros matices, requieren servirse en torno a la misma temperatura que las porter. No obstante, siempre depende de cada cerveza.