Ya hablamos de las materias primas básicas de la cerveza, pues hoy queremos romper con lo clásico y pensar en aquellos ingredientes más descabellados e insólitos. ¿Has probado cervezas elaboradas con ellos? Te desafiamos a hacerlo, porque en la variedad está el gusto.
La cerveza cuenta con años de historia y, en esa trayectoria, los experimentos han sido muchos. Hasta la más clásica tradición belga ha sumado frutas, jarabes o chocolate a nuestra bebida preferida.
Así, por ejemplo, en temporada de primavera es usual que desfilen los sabores cítricos, mientras que en las estaciones frías podemos degustar otros más chocolatosos.
Desde plátano a café, ¿cuál te apetece?
Incorporando frutas a la cerveza
Las fruit beers ya son un producto conocido por todos. El uso de las frambuesas u otros frutos rojos como las moras o arándanos brindan un color y aroma diferentes. Pero uno de los más extraños es el plátano, un ingrediente típico de algunos países de África Oriental. Tiende a combinar el dulce con harina de zahína (o sorgo). Otro elemento que ya era común en las cervezas belgas es la cáscara de naranja, que ahora también se incorpora a las Pale Ale.
Si hay frutas, también hay verduras
Llega octubre y comienzan a degustarse las Pumpkin Ale, cervezas de calabaza que elaboraban los primeros colonos en Estados Unidos al no acceder a la cebada. Luego se hizo costumbre para Halloween. Algunos le añaden especias como clavo y canela para asemejar su sabor al pastel de calabaza. Otra hortaliza que se usa en la cerveza es el pepino, logrando una sensación refrescante ideal para las noches cálidas.
También con mostaza
Si bien la combinación de mostaza y cerveza suele utilizarse para cocinar, también descubrimos que existen cervezas belgas elaboradas a partir de semillas de esta especia. Créase o no, le va muy bien a nuestra bebida dorada, aportando intensidad y un ligero picante.
¿Cerveza con leche?
Una sorpresa japonesa para todos los amantes de la cerveza. La Bilk incorpora el lácteo, algo impensado. Esta cerveza nació debido a una superproducción de leche en una granja nipona que ofreció las sobras a una cervecería local y voilà. ¿Te animas a probarla?
Para el final: testículos de ballena
Nos guardamos el ingrediente más bizarro para el final. Esta extraña cerveza proviene de Islandia y fue elaborada para rendir honor al dios Thor. Al parecer, después de un proceso de secado, se obtiene un sabor ahumado excelente. Si tienes un alma vikinga es hora de atreverte a probar.
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El uso de frutas en la elaboración de cerveza