La cerveza está consagrada como una de las bebidas más importantes en numerosos lugares de Europa y Alemania es la meca de la cerveza por excelencia. La Ley de Pureza y el Oktoberfest marcan dos hitos importantes y reconocidos mundialmente dentro de la cultura cervecera del país.
La razón por la que la cerveza es símbolo de desconexión y celebración para los germanos, se debe a siglos de tradición.
Como en la mayoría de los países de Europa, la cerveza en un inicio se elaboraba para consumo personal, y fue poco a poco durante la Edad Media y con la expansión del Cristianismo, cuando los monasterios fueron adquiriendo protagonismo en esta función como parte de las tareas monacales.
Es más, aún existen numerosas órdenes monásticas famosas y de gran reconocimiento que continúan haciendo y distribuyendo sus propias cervezas.
Según fue avanzando el periodo medieval, el país fue experimentando grandes diferencias entre el norte y el sur de Alemania en cuanto a la producción de cerveza. División que a día de hoy continúa con la diversidad de la propia cultura cervecera del país.
La zona sur (con Baviera a la cabeza) se hizo con la elaboración institucional de la cerveza, y los burgueses del norte fueron organizando al mismo tiempo su propio monopolio comercial.
La Ley de Pureza Alemana marcó un antes y un después
Habrá que llegar hasta el fin de la Edad Media para que el monopolio de la cerveza finalice. La Ley de Pureza Alemana de 1516, más conocida como Reinheitsgebot marcó un antes y un después en la historia de la cerveza.
El duque Guillermo IV junto a la nobleza bávara, que tenían la concesión de la cebada, decidieron regular su producción. Esta ley establecía que la cerveza deberá contener exclusivamente agua, malta y lúpulo.
En realidad se dice que la norma se elaboró para limitar el consumo de la cebada con la finalidad de proteger a los panaderos.
La cerveza acaparaba tantas cantidades de trigo y centeno, que finalmente tuvo que surgir la Reinheitsgebot que declarara que la cebada malteada se empleaba para hacer cerveza, liberando así los cereales para la fabricación de pan.
Oktoberfest, la fiesta alemana de la cerveza internacional
A medida que pasaron los años, las diferencias regionales en Alemania se fueron acentuando. Surgen distintos estilos y cada uno de ellos pertenece significativamente a una región o a otra hasta llegar a la unificación de los estados del país en 1871.
En esta época Bavaria se consolida como una de las más conocidas e importantes del momento.
Otro de los acontecimientos que convierten a Alemania en todo un referente de la cerveza a nivel internacional es la famosa celebración anual del Oktoberfest.
A principios del siglo XIX la boda del príncipe heredero con Teresa de Sajonia-Hildburghausen el 12 de octubre de 1812 en Munich fue multitudinaria.
La celebración, a la que fueron invitados todos los habitantes de la ciudad, tuvo lugar en las praderas fuera de la zona amurallada de la ciudad llamada Theresienwiese en honor a la reina, y la fiesta se prolongó durante cinco días consecutivos hasta el 17 de octubre.
Más adelante en 1887 también empezaron a participar los bares y establecimientos, entre ellos el popular Hofbrauhaus Am Platz que cuenta con su propia carpa.
La tradición, que en un inicio nada tenía que ver con la cerveza, y que ahora gira en torno a ella, se sigue celebrando en la actualidad.
Ahora con el propósito de celebrarla con temperaturas más suaves siempre empieza el segundo sábado después del 15 de septiembre y se prolonga unas dos semanas más.
Este evento se ha convertido en uno de los referentes internacionales y acoge en la actualidad a más de 6 millones de visitantes procedentes de todas partes del mundo.
Es tan multitudinario, que se sigue celebrando en las instalaciones de Theresienwiese y en el centro de Múnich, cerca de la Estación Central.
Oktoberfest traspasa fronteras
La popularidad de la fiesta alemana de la cerveza por excelencia ha calado en otras partes del mundo.
Se viene celebrando desde hace tiempo en numerosos puntos de la geografía española. Pioneros son Tenerife, donde residen numerosas comunidades de alemanes, o distintas poblaciones costeras del Mediterráneo, Barcelona y ciudades como Valencia, Zaragoza o Madrid.
Aunque la edición oficial se ha suspendido por segundo año consecutivo, lugares como Madrid tendrán su propio Oktoberfest, y en la mayoría de sitios ya se está preparando la próxima edición de 2022 por todo lo alto.