Durante su elaboración la cerveza sufre una serie de cambios que afectan sus características. Conoce más sobre su evolución y cómo influyen las diferentes etapas de producción en el sabor de la cerveza.
El proceso de elaboración de la cerveza comprende varios pasos: molienda, maceración, filtrado, ebullición, enfriado del mosto, fermentación/maduración, filtrado y envasado. Durante este ciclo, la cerveza puede modificar su aspecto, aroma y gusto.
Nueve pasos en la evolución del sabor
Los diferentes pasos del proceso de elaboración son los que definen una cerveza. Veamos cómo.
-Molienda: donde haremos una buena elección de las maltas que se llevarán al proceso de molienda o triturado.
-Maceración: allí se mezcla el grano molido con agua teniendo en cuenta tiempos y temperaturas para definir el alcohol final.
-Filtrado: separamos el mosto líquido de los restos de malta sólida con un proceso de filtrado.
-Ebullición: la temperatura potencia las sensaciones caramelizadas y también el color. Se dosifica el lúpulo para determinar el grado de amargor.
-Enfriado del mosto: necesitamos disminuir la temperatura del mosto para que se lleve a cabo la fermentación.
-Fermentación/Maduración: una vez sembrada la levadura, comenzará la fermentación. Se transforman los azúcares fermentables en CO2, lo que genera una serie de compuestos que
contribuyen a dar los sabores característicos a la cerveza.
-Filtrado: con este proceso conseguimos que la cerveza final sea clara y brillante, además de darle estabilidad.
-Envasado: llega el momento de envasar nuestra cerveza en botellas, latas o barriles principalmente. En la mayoría de los casos aquí es donde se somete la cerveza a un proceso de pasteurización.
-Envejecimiento: algunas cervezas son envejecidas en distintos tipos de barricas, con ello pueden adquirir sabores a madera, vainilla, coco y el tipo de bebida que estuvo en la propia barrica.
La vida útil de la cerveza
Nada dura para siempre, y la cerveza no es la excepción. Sabremos que se mantiene fresca mientras mantenga sus cualidades, apariencia y sabor. Es importante tener en cuenta que puede verse afectada por factores externos, como la temperatura y la luz.
De este modo, dependiendo de la exposición a la luz y del tipo de envase, podría alterarse el sabor de la cerveza. Si queremos asegurar las propiedades de la bebida, siempre será mejor protegerla de la luz y exposición a temperaturas que puedan dañarla.
Aprender a conservarla nos llevará a un mejor aprovechamiento del producto.
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