La relevancia de la espuma de la cerveza no es solo estética. Su función es fundamental para preservar el aroma y el gusto de la bebida. Te contamos en este post todo lo que debes saber sobre sus características, su servicio óptimo y los mitos alrededor de ella.
¿Espuma sí o no? Es un dilema que se discute en el mundo cervecero. Por eso venimos a aclarar esta polémica y destacar la importancia de este elemento infaltable a la hora de beber una buena cerveza.
¿Por qué es importante la espuma?
La espuma, también llamada giste, es fundamental porque permite proteger el aroma y el sabor de la bebida. Al evitar el contacto con el aire y la oxigenación, resguarda a la cerveza de distintos procesos desestabilizantes.
Características básicas de la espuma
Pero para subrayar sus funciones, primero conozcamos las características de la espuma. Está compuesta por burbujas de dióxido de carbono procedente de la fermentación de los cereales que suben a la superficie de la cerveza.
Posee cuatro características principales: la densidad, la cremosidad, la adherencia al vidrio, visible en lo que se llama encaje belga, y la estabilidad. Estas propiedades pueden variar según el tipo de malta que se emplee.
El tipo de espuma según el estilo
De acuerdo con la densidad de la espuma, podemos identificar tres tipos diferentes:
–Espuma jabonosa: se encuentra comúnmente en cervezas con una alta carbonatación y poco cuerpo como en algunas pilsen. Se caracteriza por la presencia de burbujas gruesas.
–Corona espumosa: se forma en cervezas con una alta carbonatación pero con una buena retención. Esta espuma tiene una mayor densidad y es típica de cervezas de trigo.
–Espuma cremosa: posee burbujas finas y compactas. Este tipo de espuma es característico, por ejemplo, de las stout irlandesas y es tan densa que casi podría comerse con una cuchara.
Otra cualidad que define la espuma es su color, el cual está relacionado con el tipo de malta utilizado, variando desde espumas más blancas hasta tonos más ocres.
Por ejemplo, las cervezas pilsner, kölsch o witbier presentan espumas de un blanco luminoso. Por otro lado, las cervezas sour o gose desarrollan espumas con tonalidades rosadas e incluso algunas tienden hacia el naranja. Finalmente, las cervezas stout o porter exhiben espumas de un tono ocre.
La forma correcta del servicio
Otra de las claves es el buen servicio. Es importante preservar la carbonatación y evitar el exceso de espuma. Para ello, hay que inclinar primero el vaso y verter la cerveza suavemente. Cuando tengas dos tercios de la copa llena, debes volverla a la posición vertical y terminar de llenar para obtener la espuma óptima.
¿Dura más la espuma si la cerveza es buena?
No, eso es un mito muy extendido. En la retención de la espuma influyen factores como el tipo de ingredientes, el grado alcohólico o el espesor de la cerveza. Influye también el propio estilo de la cerveza. Por ejemplo, las cervezas de trigo y las espesas, como la stout, mantienen más la espuma. Por el contrario, las cervezas con un alto grado alcohólico retienen menos la espuma.
En conclusión, la espuma es una parte muy importante de la cerveza. No solo le da un toque estético, sino que cuida de su aroma y sabor; además se disfruta en sí misma.