De pan líquido a negocio anticlerical
Continuamos nuestra saga sobre la historia de la cerveza. En el capítulo anterior nos referimos a sus orígenes y consumo en grupo. Esta vez hablaremos de sus beneficios, su elaboración y la influencia en el ámbito socioeconómico.
¿Qué tienen en común la cerveza y el pan?
Estos dos alimentos esenciales tienen un hilo que los une y que radica en su elaboración. En la cerveza se utiliza la cebada malteada, que también se usa en el pan en pequeñas cantidades. Ambos productos eran fuente de nutrientes, por lo que se encuentran referencias de la cerveza como pan líquido, por ejemplo en la tradición Bávara.
Si el Código de Hammurabi lo dice…
En tiempos de la Babilonia, el código Hammurabi dictaba que todo ciudadano debía acceder a una ración de cerveza, aunque el tamaño de esta ración solía variar de acuerdo al estatus social de los consumidores. Lo que sí puede asegurarse es que el proceso de producción era muy cuidado, ya que se trataba de un alimento regido por la ley y del cual podía depender la paz social. Incluso, si no se producía según el código, el cervecero podía hasta ser condenado a muerte, nada más y nada menos que ahogado en su propio producto.
Fermentando alegría
La fermentación en la elaboración de pan era ya común en la Edad Media aunque no se supiese muy bien cómo ocurría. Este procedimiento se utilizaba para elaborar el pan. Los sobrantes que quedaban, y que darían forma a lo que hoy llamamos cerveza, eran consumidos y provocando sensaciones de alivio, relajación y hasta alegría. Debido a estos efectos, el líquido dorado comenzó a ser parte fundamental de los banquetes de los gobernantes, pero también de los brindis del resto de la sociedad proporcionando la algarabía que estos eventos requerían. Fueron las primeras cañas compartidas para celebrar.
De los monasterios al anticlericalismo
La cerveza comenzó a salir de los monasterios y se empezó a elaborar en las famosas Ale houses. Se generaron entonces dos tipos de cerveza: la laica y la monacal. Pero los monjes no se quedaron callados y exigieron impuestos más altos para la versión laica que amenazaba sus intereses, lo que incrementó los precios y llevó a la quiebra a muchos de los nuevos cerveceros, aunque esto no limitó el crecimiento de la producción durante la Edad Media.
Si quieres saber más de estas apasionantes historias, continuarán en el próximo episodio.
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