Desde el final de la Ley Seca de Estados Unidos en 1933, la preferencia por la producción y consumición de cervezas lager ligeras fue la tónica habitual del mercado norteamericano, con el consecuente abandono de estilos tradicionales europeos y la pérdida de protagonismo de la cerveza importada. La producción de costa a costa se limitaba a unas 44 empresas cerveceras a finales de los años 70, pero durante esa misma década, a la vez que la cerveza americana perdía en sabor y variedad, también surgiría una afición por la elaboración de cerveza casera, quizá por ser la manera más sencilla de paladear otras variedades y los sabores tradicionales de cervezas europeas.
Esta tendencia por la elaboración casera de cerveza daría paso a un acontecimiento que hoy en día conocemos como “movimiento craft”. Fueron varios hechos ocurridos durante esta década los que favorecieron el movimiento craft: el desarrollo de nuevos lúpulos americanos más aromáticos y expresivos, destacando sobre todos el Cascade; la legalización de la elaboración de cerveza en casa aprobada durante la presidencia de Jimmy Carter; la producción de la primera American Porter; y la fundación de la cervecería The New Albión en California, que pese a cerrar seis años después de su apertura, sirvió de inspiración para muchos cerveceros.
La actividad de elaboración de cerveza en casa fue en aumento y pronto muchos cerveceros entusiastas fundaron sus propias microcervecerías en la década de 1980. Serían los pioneros en la elaboración de cerveza craft, mejorando su calidad con los años y ampliando su distribución, proporcionando a sus comunidades locales sabores y tradiciones europeas adaptadas a la cultura americana, que poco a poco se irían convirtiendo en identidades totalmente americanas.
El interés por las cervezas craft fue expandiéndose y su producción y consumo hoy en día que puede encontrarse en todo el mundo. En algunos países el número de pequeños cerveceros es ya muy numeroso; solo en España se contabilizan más de 500 microcervecerías en 2017.
El movimiento craft no solo aumentó la variedad de cervezas para consumir, sino que también recuperó estilos de cerveza que estaban extinguiéndose o que eran muy escasos, como las IPA, las Gose o las Berliner Weisse. Además el incremento de cervezas craft también promovió la competencia entre ellas, empujando a los cerveceros a ser más creativos e innovadores, hasta tal punto que en los últimos años se han creado nuevos estilos de cerveza, como las NEIPA, las Brut IPA o las Catharina Sour.
Uno de los estilos más populares en el mundo craft es el de las cervezas IPA (o India Pale Ale), que está en constante aparición debido al constante desarrollo de lúpulos aromáticos. Entre las cervezas artesanas es probablemente el estilo más demandado y ha dado lugar a un buen número de variedades como las Black IPA, las Wheat IPA o las Session IPA.
Otro estilo que también ha tenido una gran evolución es el Imperial Stout, por ser uno de los más intensos y complejos en cuanto a sabores y aromas.
Durante los meses más calurosos, han tenido muy buena aceptación las cervezas ácidas conocidas como sour, cervezas a las que se les añaden fermentos que acidifican la cerveza como bacterias lácticas o acéticas, compensadas a veces con el añadido de frutas que balanceen esa acidez.