La cerveza 0,0 se está convirtiendo en una de las mejores alternativas para disfrutar de la cerveza sin límites. Además, la curiosidad por saber más acerca de su fabricación, nos lleva a hablar a través del siguiente post sobre la elaboración de esta receta libre de alcohol. Veamos cómo se hace.
Los fans de la cerveza, especialmente los millennials, están cada vez más concienciados de los límites existentes que pone el alcohol. Hablemos por ejemplo de las calorías de más que conllevan las bebidas con alcohol. Si estamos a dieta y nos chifla la cerveza, seguiremos disfrutando de todo su sabor a través de la cerveza 0,0.
Por otro lado, algunos hobbies como el deporte y los grandes eventos en torno él, convierten a las cervezas 0,0 en protagonistas de este boom.
Son altamente hidratantes al llevar en torno a un 95% de contenido en agua, por lo que sus beneficios son más que evidentes tras las actividades deportivas y de mucha intensidad.
El hábito de tomar cerveza 0,0 para recuperar se está convirtiendo casi en un ritual y en el mejor remedio para celebrar el esfuerzo entre los participantes.
También existen otros condicionantes, como la absoluta prohibición de ir al volante si se bebe.
Todos estos factores son los que favorecen el consumo de bebidas sin alcohol. Sin duda se puede decir que la cerveza ha conseguido sacar pecho con fórmulas free muy similares, cercanas en sabor, para que la gente pueda seguir disfrutando de esta bebida al máximo en sus momentos de desconexión y diversión.
El auge de las cervezas 0,0 en el mundo craft
Tomemos conciencia que las cervezas 0,0 son tendencia, y que están tomando posiciones en el ranking, tanto en la fabricación industrial, como en el mundo de las cervezas artesanas.
Gracias al mundo craft la cerveza ha conseguido remontar y salirse de las fórmulas tradicionales, dejando hueco también para las cervezas libres de alcohol.
Es el empujón más importante de las últimas décadas. Cobró auge en los Estados Unidos hace unos años y ahora más que nunca marca tendencia en nuestro país y en el resto de Europa.
Existe mucha gente que sigue pensando que la cerveza 0,0 no es cerveza de verdad.
Que su calidad está mermada, que su sabor disminuye y que consecuentemente no tiene las mismas cualidades que una cerveza normal.
Sin embargo, este tipo de afirmaciones están bastante alejadas de la realidad.
Casi todas las cerveceras cuentan ya con su versión de cerveza 0,0, incluso a partir de estilos muy demandados como las IPA o las cervezas porter, donde los matices pueden resaltar tanto o más que en cualquier cerveza del mercado.
Es el caso de la Mahou 0,0 Tostada. Tiene un perfil aromático, con ciertas notas a grano y malta tostada. Su combinación de lúpulos amargos y semiaromáticos de origen europeo, y el agua con el que se fabrica, de Madrid, con un nivel de sales minerales optimizado, hacen de esta cerveza un resultado único para disfrutarla en cualquier momento.
Pero… ¿Cómo se elabora la cerveza 0,0?
Antes de nada, y para explicar cómo se hace la cerveza 0,0, debemos diferenciar claramente lo que son las cerveza sin, cuya graduación es menor a un 1% de alcohol, o las cervezas 0,0, donde apenas se percibe la cantidad, porque es mínima. Tienen menos de 0,04% de alcohol en volumen. Estas últimas son las que se suelen denominar cervezas free.
En cuanto a sus ingredientes, básicamente son iguales que en el caso de las cervezas convencionales: agua, malta, lúpulo y levadura. Y prácticamente se elaboran de la misma forma que cualquier otra cerveza, y en las mismas instalaciones.
El resto de pasos previos a la fermentación, son prácticamente los mismos:
En primer lugar, se procede a moler la malta.
A continuación, se añade agua para el macerado y crear el mosto cervecero. Después se procede al filtrado para separar el mosto de la cascarillas de la cebada.
Sin embargo antes de añadir la levadura, se lleva a ebullición, que es cuando se añade el lúpulo para lograr el amargor y aroma característicos.
La diferencia fundamental respecto a las “cervezas con” es el ajuste de ciertos parámetros como la temperatura y los tiempos, que se controlan de tal forma que el mosto cervecero contiene menos azúcares fermentables que limitan la generación del alcohol, sin someterse a ningún tipo de proceso químico o artificial.