Cervezas trapenses y de abadía: ¿en qué se diferencian?

Cervezas trapenses y de abadía: ¿en qué se diferencian?

Hace 1 año

Las cervezas trapenses y de abadía suelen confundirse, pero ¿son lo mismo?, ¿a qué se deben sus diferencias? En este artículo te desvelaremos este interrogante y además te contaremos su historia y qué las hace tan únicas.

Las cervezas monacales siempre han gozado de un reconocimiento mundial. Esta buena reputación proviene de su larga historia. Durante la Edad Media, los monjes comenzaron a fabricar cerveza en las abadías. En esa época, el agua de los ríos no era confiable, pero el procedimiento de la fabricación de cerveza elimina patógenos, es por eso que, junto con la disponibilidad de grano en el norte de Europa, comenzaron a elaborarse. Además, la producción servía como forma de recaudar fondos para las actividades de los monasterios y colaborar con los poblados más cercanos.

Esta actividad continuó hasta la Revolución Francesa en 1789. Con el ataque al clero y la expropiación de terrenos llegó al progresivo abandono de la fabricación cervecera. Pero volvió a retomarse durante el siglo XIX en las abadías benedictinas de la orden de la Trapa (o Trapista).

cervezas de abadia

Esta orden conformó la Asociación Internacional Trapense (AIT) con el fin de evitar que las marcas comerciales utilizaran su buen nombre y actualmente agrupa diecinueve abadías trapenses en el mundo. La Asociación creó el sello trapense que identifica a todos sus productos, conocido como marca «Trappiste®», esta es una marca protegida. 

Desde el momento que todas las abadías trapenses tienen el derecho exclusivo a utilizar la denominación Trappiste®, los miembros de la AIT pueden solicitar beneficiarse de otra denominación: la etiqueta Authentic Trappist Product (producto trapense auténtico, ATP). La etiqueta ATP garantiza no solamente el origen monástico del producto Trappiste® que la lleva, sino también que ha sido fabricado dentro del respeto integral del pliego de condiciones elaborado por la AIT.

¿De abadía y trapense son lo mismo?

Muchas veces se cree que son lo mismo. Pero las cervezas trapenses se identifican por el sello/etiqueta del que ya hablamos. En cambio, las de abadía no lo poseen. Se trata de cervezas con similitudes en su aspecto y sabor, pero que no cuentan con la certificación. Solo están inspiradas en la tradición monacal.

Los requisitos para que una cerveza sea trapense son:

-Debe ser fabricada dentro de un monasterio o abadía trapense.

-La producción debe realizarse o estar bajo supervisión de los monjes trapenses.

-Los beneficios han de destinarse al propio sustento de la comunidad, o a asociaciones y entidades benéficas.

Cervezas trapenses: qué las hace tan especiales

Se trata de cervezas Ale, de alta fermentación (temperaturas algo superiores de fermentación), suelen ser de mayor intensidad y contenido alcohólico y generalmente acondicionadas en botella, con levadura y azúcar candy en algunos casos. Son cervezas que suelen destacar por su carácter especiado, maltoso y afrutado.

cerveza trapense

Existen varios estilos representativos de las cervezas trapenses, dubbel, tripel y quadrupel, son algunas de ellas. Su denominación tiene que ver con el grado de intensidad de la bebida.

La dubbel suele tener un color ámbar oscuro a cobre, con una atractiva profundidad de color rojizo y ronda entre 6% vol. o 7,6% vol. Es moderadamente fuerte, maltosa y compleja, con ricos sabores de malta, ésteres a frutas oscuras o secas, y ligero alcohol mezclados juntos en una presentación que aunque maltosa termina bastante seca.

La tripel tiene mayor contenido alcohólico (de 7,5% hasta 9,5% vol.).  Es una ale trapense de color amarillo profundo a dorado profundo, algo especiada, seca e intensa, con un agradable sabor a malta y un amargor firme. Muy aromática, con notas especiadas, frutales y ligero alcohol que se combinan con el limpio carácter de la malta para producir una bebida sorprendentemente bebible considerando el alto grado alcohólico.

La quadrupel, también llamada Belgian Dark Strong Ale, fue elaborada en la abadía Koningshoeven (La Trappe), en los Países Bajos, en 1991. Este estilo, de color ambarino o cobrizo, casi licoroso, suele estar entre 8% vol. y 12% vol.

El recipiente perfecto para degustar estas variedades es la copa tipo Goblet, donde se pueden apreciar las particularidades de cada una de estas cervezas.  Además, la copa tulipa es muy característica de las cervezas belgas en general, pero no hay un vaso único, pues suelen tener un vaso para cada cerveza y cervecería. 

Ya conoces su historia y características, es hora de probarlas.