Las cervezas de autor están motivadas por una intensa búsqueda creativa. Son una tendencia y tienen su clave en la persecución de la innovación, la variación y la singularidad de los estilos. Un nuevo modelo que rompe con el molde de lo establecido.
La cocina de autor como inspiración
Hace tiempo que venimos escuchando hablar sobre la gastronomía de autor. Un espacio en el mundo del ocio en el que el factor creativo quiebra la norma de lo tradicional. Un lugar donde la unicidad y los rasgos identitarios se imponen al colectivo estandarizado. Esta tendencia también ha llegado al mundo cervecista.
El uso de diferentes ingredientes y técnicas permiten crear un producto innovador y único. Esta nueva corriente apareció con el auge de la cocina de autor. Una cocina que nació en 1970 cuando los críticos gastronómicos franceses inauguraron la Nouvelle Cuisine, en honor a la Nouvelle Vague, que le dijo adiós a los estereotipos del momento.
Lo mismo parece estar pasando con las cervezas. Las cervezas de autor nacen como variantes de las recetas tradicionales y se producen artesanalmente. El movimiento de cerveceros caseros ha originado en parte este boom.
¿En qué se diferencian las cervezas de autor?
Los ingredientes básicos de la cerveza permanecen intactos. Agua, malta, lúpulo y levadura no pueden faltar. A partir de ese mix se plantean las variantes, que son tantas como autores.
Pero la principal diferencia está en que son cervezas vivas, es decir, sin pasteurizar. Este tipo de proceso suele tornarlas turbias, además de que la falta de pasteurización disminuye el periodo de estabilidad de la cerveza.
Las nuevas cervezas artesanas
De manera relativamente reciente ha empezado una nueva etapa de producción de cervezas de autor o artesanas. A partir de 2008, se comienza a notar este avance, originado en el movimiento craft estadounidense de los años 70-80. Este movimiento coincide con la llegada de nuevos estilos dentro de las cerveceras industriales.
Un panorama que juega a favor del consumidor. Con nuevos sabores para degustar y disfrutar. Un ejemplo es Naturepils, de Nómada Brewing, una German Pils, ligera y suave con ingredientes eco y sin gluten. O para los amantes de los aromas florales y las notas cítricas, proponemos Centennial IPA, de Founders Brewing.