Te invitamos a explorar la historia, diversidad y calidad de las cervezas belgas, reconocidas como Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO. Descubre las razones de su excelencia en este post.
La fabricación de cerveza es una parte esencial de la historia y la cultura belga. En el país se producen más de 1500 tipos diferentes. Es por eso que en 2016 fue nombrada Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO. Su historia, diversidad y excelencia la distinguen en todo el mundo.
Un recorrido histórico por las cervezas belgas
Su historia está ligada a los monasterios y abadías. En ellos, durante los siglos XVI y XVII, comenzó a fabricarse cerveza para el autoabastecimiento de los monjes. Esa tradición dio origen a lo que hoy conocemos como cervezas de abadía y cervezas trapenses. Además, también se producía en las granjas para proveer a los trabajadores en verano. Ya hemos hablado de este estilo, las saison, en posts anteriores.
Continuando con esta tradición, durante el siglo XVII, el emperador Carlomagno siguió alentando la producción y surgieron los primeros gremios cerveceros. Pero una de las principales razones que explica la diversidad cervecera en Bélgica fue que no regirse por la ley de la pureza alemana, lo que le brindó a los maestros cerveceros mayor libertad creativa. El gruit continuó usándose, hasta el siglo XVI, cuando empezó a quedar en el olvido. Durante las guerras mundiales, la producción bajó, pero con el crecimiento del sector «craft», la producción volvió a emerger y multiplicarse, con una amplia variedad de estilos, hasta el día de hoy.
4 ejemplos de cervezas belgas que debes conocer
Como ya lo explicamos, las cervezas belgas poseen una diversidad muy amplia. Sin embargo, podemos identificar algunos de los ejemplos populares existentes.
Belgian ale
Cervezas ales belgas y francesas, de alta fermentación, más maltosas, equilibradas y con más sabor. Algunos ejemplos:
–Witbier: basada en trigo, de moderada intensidad. De color pajizo muy pálido a ligero dorado. Con aroma a cilantro y sabor a grano maltoso-dulce y una frutosidad cítrica anaranjada.
-Belgian pale ale: moderadamente maltosa, algo frutal, fácil de beber, de color cobrizo. El nivel de amargor es generalmente moderado.
- Strong belgian ale
Son cervezas pálidas, balanceadas hacia lo amargo, más impulsadas por el carácter de la levadura que por los sabores de la malta, con alcohol más alto. Algunos ejemplos son:
-Belgian blonde ale: una ale dorada de moderada intensidad que tiene una complejidad sutil frutal-especiada a levadura belga, un poco de sabor a malta dulce y un final seco. Una alternativa para los amantes de las pilsner como la Stella Artois.
-Saison: Comúnmente una ale belga pálida, refrescante, altamente atenuada, moderadamente amarga, de intensidad moderada y con un final muy seco. Por lo general altamente carbonatada.
-Golden strong ale: de color amarillo a dorado medio. Con ésteres frutales significativos, moderadamente especiada, bajo a moderado alcohol y aromas a lúpulo.
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Cervezas trapenses o Trappist Ale
Trapense es una denominación legalmente protegida y no puede ser utilizada comercialmente, excepto por auténticos monasterios Trapenses que elaboran su propia cerveza. Sin embargo, podemos usarla para describir el tipo o estilos de cerveza producidos por estas cervecerías y quienes elaboran cervezas de un estilo similar. Pueden ser:
–Single: trapense pálida, amarga, muy atenuada y bien carbonatada, que muestra un carácter a levadura trapense frutal-especiado, un perfil de lúpulo especiado-floral, y un sabor suave a malta granoso-dulce.
–Dubbel: de profundo rojo cobrizo, moderadamente fuerte, maltosa, compleja, con ricos sabores de malta, ésteres a frutas oscuras o secas, y ligero alcohol mezclados juntos en una presentación que aunque maltosa termina bastante seca. Un ejemplo de este subestilo es Leffe Brune.
-Tripel: algo especiada, seca y fuerte con un agradable sabor redondeado a malta y un amargor firme. Muy aromática, con notas especiadas, frutales y ligero alcohol. Leffe Tripel es otro ejemplo que no te puedes perder.
– Belgian Dark Strong Ale: oscura, compleja y muy fuerte, con una deliciosa mezcla de riqueza de malta, sabores a frutos como la grosella, el casis, la mora y elementos especiados.
La mayoría tiene bajo amargor, con la acidez de la cerveza proporcionando el balance que de otra forma otorgaría el amargor del lúpulo. Algunas pueden contener trigo. Algunos ejemplos:
-Lámbicas o lambic: tradicionalmente estas cervezas son fermentadas espontáneamente con levaduras de origen natural y bacterias en barricas predominantemente de roble. Cerveza belga de trigo, bastante agria, con un balance pronunciado hacia la acidez.
-Roja de Flandes o Flanders Red Ale: ácida, frutal, con notas a vino tinto, y sabores a malta. El acabado seco y tanino completa la imagen mental de un buen vino tinto.
-Oud bruin: una brown ale estilo belga maltosa, frutal, añejada y algo ácida.
-Gueuze: de trigo, agradablemente ácida pero balanceada, altamente carbonatada y muy refrescante. Es producida tradicionalmente a partir de la mezcla de lambics de uno, dos y tres años de edad. La lambic se sirve sin carbonatar, mientras que la gueuze se sirve efervescente. Los productos marcados oude o ville son considerados los más tradicionales.
Historia y tradición, eso es lo que definimos cuando hablamos de cerveza belga, gran variedad de estilos de inigualable excelencia. Ha llegado el momento de probarla. ¿Cuál estilo será el elegido para comenzar esta travesía cervecera?