¿Por qué deberías probar la cerveza sin filtrar? Porque al conservar los sedimentos de la levadura, se logra un sabor más auténtico y complejo. Si eres un amante de la cerveza y deseas experimentar nuevas sensaciones, tienes que probarla.
Las cervezas sin filtrar han existido desde la creación de esta bebida. Antiguamente, el proceso de filtrado no era lo suficientemente eficaz, seguía habiendo restos de cereal o levadura, sedimentos. Esto cambió en el siglo XIX con la llegada de la Revolución Industrial y sus avances tecnológicos.
Hoy, las cervezas sin filtrar regresan al ruedo como una alternativa para aquellos que persiguen algo más en la búsqueda del sabor.
¿Filtrada o sin filtrar? Diferencias y comparativas
La primera diferencia que se observa a simple vista es de carácter estético. Las cervezas filtradas poseen una apariencia cristalina, mientras que, las sin filtrar muestran turbidez.
Este aspecto viene dado por los sedimentos de levadura que permanecen en la cerveza. Esta condición también modifica el sabor. He aquí la segunda diferencia: a priori, la cerveza filtrada suele ser más refrescante y ligera, mientras que en una cerveza sin filtrar solemos tener más cuerpo y un perfil organoléptico más amplio y complejo.
Por último, lo que conseguimos con el filtrado de la cerveza es proporcionarle mayor estabilidad y durabilidad.
Mahou Cinco Estrellas Sin Filtrar
Una de las referencias más representativas que podemos probar son las Hazy IPA, cervezas que no pasan por el proceso de filtrado y utilizan una técnica llamada dry hopping (lupulización en seco o en frío) que consiste en la dosificación de lúpulo al final de la fermentación o durante la guarda, consiguiendo un carácter lupulado y un perfil aromático más intenso, sin aportar más amargor a la cerveza.
Mahou, ha lanzado recientemente la Mahou Cinco Estrellas Sin Filtrar, elaborada sobre la receta original, pero sin realizar el proceso de filtración. Una vez terminada la fermentación, la cerveza pasa a un proceso de guarda donde maduran los sabores y terminan de afinarse, lo que permite destacar los sabores de malta, lúpulo y fermentación.
Hablamos de una pale lager de color dorado, aspecto velado y espuma consistente, de intensidad aromática equilibrada, donde los aromas herbales y florales del lúpulo se complementan con las sensaciones a frutas blancas y sabores a cereal. Para beberla, la recomendación es girar el envase 180 grados, pero sin agitarla.
¿Te animas a probarla?